¿QUÉ PAPEL DEBEN JUGAR LOS DOCENTES EN LA PREVENCIÓN DE LA VIOLENCIA DOMÉSTICA?




Chris Keates es secretaria general de la Asociación Nacional de Profesores de Inglaterra. El pasado 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, publicó esta columna en el diario The Guardian. Ese mismo día, el gobierno inglés anunció que las clases sobre “prevención de la violencia” serán obligatorias en las escuelas de ese país. Keates explica aquí por qué es tan importante que los colegios asuman estos temas en sus planes de estudio.



“La evidencia muestra que 1 de cada 4 mujeres sufre algún tipo de violencia doméstica durante su vida. Lo que a menudo se pasa por alto es el impacto de estos abusos sobre los miles de niños y jóvenes que son testigos de ello, lo experimentan o en algunos casos perpetúan la violencia.

Sabemos que la experiencia de la violencia doméstica se manifiesta en el comportamiento de los alumnos de distintas maneras. Los niños y jóvenes que viven situaciones de este tipo pueden tener una mayor probabilidad de ser acosados por otros; o de no participar plenamente en la vida escolar. Su ira y la angustia también pueden hacer que sean ellos quienes molesten a otros alumnos. Por último, también se afecta su rendimiento escolar.

Decir, como algunos lo han hecho, que la lucha contra la violencia doméstica no debe ser parte de las competencias de las escuelas es ignorar todo lo anterior. Al revés. En opinión de nuestra organización, educar a los jóvenes para que tengan relaciones saludables; y luchar contra la intimidación, la violencia y el comportamiento inapropiado hacia las mujeres y las niñas, es fundamental para el propósito de las escuelas.

Tanto la violencia doméstica como el acoso se refieren a la explotación de las diferencias de poder. Las cifras del gobierno muestran que en el año académico 2006/07 hubo 3.500 suspensiones temporales y 140 expulsiones permanentes de las escuelas en Inglaterra “por conducta sexual inapropiada”. Entre las suspensiones temporales, 280 fueron protagonizadas por alumnos de escuelas primarias. En 20 casos, el responsable fue un niño de 5 años de edad.

Estimular la discusión y el aprendizaje sobre la violencia doméstica es un punto de partida importante, y permite que todas estas cuestiones se consideren de manera coherente. Sin embargo, esto será inútil si el problema no es visto como responsabilidad de toda la escuela. Si el comportamiento en el parque es incompatible con los mensajes en el aula, los alumnos de la escuela no se tomarán el tema en serio. El personal de la escuela, los padres y estudiantes deben adoptar una actitud de tolerancia cero para todas las formas de violencia y discriminación.

La violencia doméstica es una cuestión compleja y emotiva, y será fundamental que las escuelas cuenten con el apoyo de personal cualificado (distinto de los profesores) que está en mejores condiciones de prestar asesoramiento y conocimientos específicos. Un aumento en la educación sobre la violencia doméstica y el abuso también puede conducir a un aumento en el número de estudiantes que denuncien la violencia en sus hogares. Será importante que la capacitación sea la adecuada y se preste apoyo al personal de la escuela para abordar estos temas.

La violencia doméstica tiende a repetirse de generación en generación. El anuncio realizado hoy por parte del gobierno constituye una oportunidad única para romper este ciclo de abusos y asegurar que las generaciones futuras estén mejor preparadas para resistir la miseria que la violencia doméstica causa a todos quienes están atrapados en ella”.

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